¡Bienvenidos!

Somos estudiantes del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nº 20 , Ext. Vedia.
El objetivo de este blog es compartir nuestros trabajos y nuestras experiencias, para que nos conozcan y juntos luchar para lograr una nueva educación.
Decía Pablo Freire: " Importante en la escuela no es sólo estudiar, no es sólo trabajar, es también crear lazos de amistad, es crear un ambiente de camaradería, es convivir, es unirse".




sábado, 25 de septiembre de 2010

La evolución de la Educación a través del tiempo…

El gran auge del Cognitivismo.

El precursor más importante de esta línea de pensamiento fue Jean Piaget quien, junto con su colaborador Inhelder, nos hablan del conocimiento como una construcción interior que evoluciona a través de distintas etapas comunes a todos los niños; etapas que pronto tomará la pedagogía, sacándola del “laboratorio” de Piaget para su utilización posterior en la prescripción de diseños curriculares a los que se tendrán que ajustar maestros, lo que generó no pocas dificultades en su implementación en el aula.
A esta línea se agregaría, entre otros, Bruner, animándose a ir un poco más allá, y desafiando de alguna manera a Piaget, cuando asevera irónicamente que “cualquier niño puede aprender cualquier cosa a cualquier edad” apoyándose en la teoría del “andamiaje”; por lo tanto, los docentes pasarán a ser guías que intenten acompañar a sus alumnos poniendo al aprendizaje como promotor del desarrollo del niño y no detrás de él.
Ausubel realizaría otro de los grandes aportes, desarrollando la teoría del aprendizaje significativo, a través de la jerarquización de conceptos que el niño va incorporando y que se van incluyendo dentro de una generalidad de mayor relevancia. Estos aprendizajes serían capaces de producir “cambios conceptuales” que modificarían las concepciones erróneas e intuitivas de los niños, es decir, las tan mencionadas “ideas previas”.
Y para completar la tarea del cognitivismo, cabe mencionar a Vigotsky, quien a partir de la “zona de desarrollo próximo” sostenida por la teoría socio – histórica, destaca como prioridad el condicionamiento y la interacción con el medio en el que el niño se desarrolla, en donde la Escuela cobra un valor importante, contraponiéndose al menos en ese punto a Piaget, pero formando parte indisoluble del constructivismo tan vapuleado en las últimas décadas, incomprendido por la falta de formación y con serias dificultades en su transposición didáctica.

Tanto la teoría de Piaget y de Vigotsky, como los aportes de Bruner y de Ausubel, nos permiten construir un marco teórico que, junto con la teoría de Gardner, pueden ser para el docente el eje que fundamente sus propuestas.

Howard Gardner es un psicólogo estadounidense, nacido en Pennsylvania en 1.943. Es Codirector del Proyecto Zero en la Escuela Superior de Educación de la Universidad de Harvard. Este proyecto se lleva a cabo desde hace más de 30 años en dicha Universidad con el fin de investigar acerca de los procesos de aprendizaje del niño.
Es autor de los libros: “Inteligencias múltiples”, “La mente no escolarizada”, “Mentes creativas”, etc.
Fue Gardner quien, con su modelo, reconoce a otras capacidades humanas el mismo valor que tradicionalmente se había concebido exclusivamente a las verbales y matemáticas.
Él nos habla de distintas formas de ser inteligente, relativizando el estigma asociado a la falta de capacidad que implicaba un ordenamiento cuantitativo de los individuos, que, incluso, se pretendió como justificación de la estructura social desigualitaria (la superioridad intelectual por sexo y raza).
¿Por qué Gardner llama “inteligencias” a lo que otros llaman “dones”?
Él dice en su libro “Inteligencias múltiples”: “No hay nada mágico en la palabra “inteligencia”. La he escogido a propósito para entrar en discusión con los psicólogos que consideran que el razonamiento lógico o la competencia lingüística se hallan en un plano distinto a la resolución de problemas musicales o a las aptitudes cinético – corporales.
El hecho de colocar la lógica y el lenguaje en un pedestal refleja el esquema de valores de nuestra cultura occidental y la gran validez atribuida a los test de inteligencia clásicos. Una perspectiva más olímpica ve a las siete inteligencias como igualmente válidas. Llamar a unas “talentos” y a otras “inteligencias” pone en evidencia este sesgo. Llamémoslas a todas “talentos” si se quiere, o llamémoslas “inteligencias””.


Inteligencias Múltiples:

Musical:
A través de la inteligencia musical, el niño logra percibir el mundo desde la perspectiva de la expresión de las formas musicales. Los niños que tienen más desarrollada esta inteligencia, son aquellos que tienen mayor facilidad en los aspectos rítmicos y melódicos; les encanta apreciar la música y logran avanzar rápidamente en la ejecución de instrumentos musicales o a través del canto.

Corporal – cinestésica:
Le permite al niño desenvolverse con seguridad, a través de lo corporal. Estos niños tienen mayor predisposición por las actividades que estén vinculadas con el movimiento del cuerpo; por lo tanto, sus mayores habilidades tienen que ver con los aspectos psicomotrices. Utilizan sus habilidades mentales para la coordinación de movimientos. Les encanta bailar, correr, saltar; en definitiva, expresarse a través del cuerpo.

Lingüística:
Es aquella que, en nuestro Sistema Educativo, cobra mayor relevancia. Los niños que desarrollan esta inteligencia presentan una mayor predisposición por el uso de la palabra, tanto oral como escrita. Se muestran interesados por la literatura en general. Les encanta escuchar cuentos, narrar historias, leer poesía; son aquellos que en el Nivel Inicial tienen avidez por aprender a leer y explorar permanentemente en distintos tipos de soportes gráficos.

Lógico – matemática:
Con ésta ocurre lo mismo que con la anterior. Todos sabemos la importancia que se le da a esta inteligencia en nuestro sistema educativo. A tal punto que aquellos niños que presentan dificultades para la misma, casi siempre son catalogados como “poco inteligentes”.
A través de ésta, el niño logra armar esquemas y relaciones lógicas, juicios lógicos (silogismos), distinción de funciones y otros niveles de abstracción relacionados. Se apasionan por las cuestiones lógicas, por resolver situaciones problemáticas; realizan operaciones mentales sin dificultad.

Espacial:
Está más desarrollada por niños que logran pensar y percibir en tres dimensiones. Gardner destaca, en esta inteligencia, la capacidad no sólo de lo visual; él hace referencia a lo visual, pero en relación a los otros o a lo otro.
Esta inteligencia le permite al niño trabajar con las imágenes, transformarlas, relacionarlas de distinta manera, producir o decodificar información gráfica. Le encanta trabajar graficando la realidad, es decir, esquematizándola en formas gráficas.

Interpersonal:
Tiene que ver con la capacidad de comprender al otro, de interactuar con los demás a partir de una mayor sensibilidad. Estos niños logran “leer” en el otro, con mayor facilidad, sus estados de ánimo, a través de lo gestual, de los cambios de voz, de la postura corporal, lo que les permite responder adecuadamente al entorno que los rodea.

Intrapersonal:
Es aquella que el niño tardará más en desarrollar, ya que tiene que ver con la capacidad de construir una percepción precisa respecto de sí mismo y de organizar y dirigir sus propias aspiraciones en la vida. Quien desarrolle esta capacidad, será una persona reflexiva y de razonamientos certeros.

Naturalista:
Aquel que desarrolle esta inteligencia, tendrá la capacidad de analizar, clasificar, distinguir y utilizar los elementos que se presentan en el medio ambiente. Los niños tienen mayor capacidad de observación y logran describir con mayor certeza la realidad que los rodea. Aman el contacto con la naturaleza y tienen una curiosidad permanente en los fenómenos que modifican e inciden en el medio ambiente.

Emocional:
Tiene que ver con la capacidad de canalizar las emociones. Esto se ve traducido en los aprendizajes del niño. Las emociones, considera Gardner, son quienes nos guían y nos movilizan.

Fíjense entonces, en la importancia que tiene esta última inteligencia sobre la que los docentes deberíamos detenernos más.

Hoy se está hablando de nuevas inteligencias (ya que esta teoría se encuentra en pleno desarrollo), como la inteligencia del humor y la inteligencia vincular.
Esta línea de pensamiento se está enriqueciendo día a día, en la medida que se piensa en el crecimiento integral del niño y no como un ser fragmentado que tiene diferentes necesidades en la Escuela y en la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario